Recuerdo cada noche…
Noches en las que te poseía,
O así lo creía, o me dejabas creer.
Siempre te consideré demoníaca,
qué endiablada... eras Tú!
Y como lo hacías, perdía el sentido,
Sentía el vacío del alma que escapa
entre mis dedos.
Redobles en tu vientre
Orgía de sentidos
Recuerdo todas las noches…
Como ahora, en sueños,
veo ésos ojos infinitos, llenos,
como luna llena colmada de mi reflejo.
Yo miro, Tú me miras…
Nos miramos, conjugando como perros en celo,
como estudiantiles, con anhelos de recreo,
coleccionando besos en un banco.
Reflejos
en la piel
Espejos torneados
Recuerdo cada sueño…
Y creo, que me recreo, en la culpa de tu mirada
al verte desnuda, recostada en el centro del lecho,
que hoy se antoja escena de una bacanal,
iluminado por el brillo de tus abalorios
y el fuego de tus pupilas. Donde cada noche
ardíamos en el mismo escenario, en lugares distintos.
Las puertas del infierno
son
demasiado estrechas
Para tanta lujuria
Recuerdo todos los sueños…
Cada uno, como la primera vez, noche de estreno.
Infinitos debutantes, saboreando cada instante,
lamiendo las cadencias primitivas que nos consumían.
Encendidos; Tú sabías que arderíamos
desgastándonos la piel a cada encuentro,
al son de una música demoníaca.
Tú lo sabias!
El cielo no está preparado para dos depravados
… como Tú… como Yo.
Lenguas encendidas
Sonido cavernario
Regreso a un estado primitivo
Y muero en curvas torneadas, patino en tu piel encerada
desplegada en madera y metal… Y suenan movimientos
acompasados. Tan intensos que al cambiar de ritmo,
gritas, suplicas demandando cadencias aceleradas.
Me castigas con tus prisas,
el sudor derramado por mi tez
se desliza hasta tus pies.
Te salpico; me salpicas al acariciar tu vientre,
que disfrute ver desde afuera cuerpos concatenados,
abrazados, por el placer de tañer tu tersa piel.
Piel afinada antes de hacerla sonar. Y quemaba.
Recuerdo cada noche todos los sueños…
Recuerdo todas las noches cada sueño…
Aumentan las pulsaciones,
el ambiente exhala madera, metal y sudor,
sigo el ritmo que me pides,
el infierno está aquí al lado, es de cuatro por cuatro.
Una leve pausa, deja sobre el filo del silencio las
reverberaciones de un aullido. Plumas de metal
se deslizan ligeras, desgranando sutiles seseos
de tu piel.
Y entre mis piernas
la piel de tu vientre vibra, fundiéndonos en largos redobles.
Y desde entonces:
recuerdo que el infierno
es de cuatro por cuatro.
En enero dejé de tocar…
De momento sólo eres un recuerdo.
Te sigo soñando, te sigo amando…
Definitivamente, sí…
""...Surcar el deseo y hacerlo de uno,
ResponderEliminarungirse en la pasión llamado amor,
amarrarse de los suspiros
y poder entretejerse en la piel
ganas de besar, perversamente morder y beber
hasta desgastarse los labios... ""
Con el mayor de los respetos
pero me es inevitable volar cada vez que
paso por aquí.
Un saludito porteño y mi admiración a sus letras.
Apareces, dejas en el vuelo la belleza de tus letras, como el ave azul de tus sueños. Y me dejas sin palabras, sólo con las que me quedan para decirte que te admiro, admiro a las personas que son capaces de transmitir lo que sienten, como tú.
ResponderEliminarUn abrazo porteña
...negro
ResponderEliminarfuerte
y
caliente
un
buen
cafe
que
no
me
quiero
perder
flizz
y
sigo
desde
las
horas
rotas
al
componer
una
hermosa
poesia
como
la
tuya
desde
el cielo
hoy
lleno
de
llena
luna...
desde mis --- horas rotas---
te sigo flizz , comparto tu bello
blog , repleto de sentimientos.
afectuosamente:
flizz
jose
ramon...
Un café incluido
ResponderEliminarrecién servido
para acompañar
las horas rotas
sin poso
digo
bienvenido
a mí humilde
rinconcillo.
Un abrazo Jose Ramon.
Esto también es amor. Hermosos versos. volveré
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